BUSCANDO A UNA ASESINA

Martes, 11 de Enero de 2011 

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11/01/2011

El Ayuntamiento cita para una inspección de rentas a través del Boletín Oficial de Burgos a María Cristina Ramos Maté, en la cárcel por matar a su madre y a su hijo en agosto de 2009

I.E.

Son bien sabidas las dificultades que encuentra el Ayuntamiento para encontrar burgaleses que deben dinero a la Tesorería municipal, ya sea en forma de multas ya sea vía impuestos. Es incapaz, en ocasiones, de dar con concejales que pasan la mayor parte del día entre las cuatro paredes del despacho de alguna Concejalía, como ya ha publicado este periódico.
Ahora a quien no hallan es a la ciudadana María Cristina Ramos Maté, que les sonará a ustedes porque es la mujer que en agosto de 2009 mató a su madre en su casa de la calle Legión Española y después ahogó a su hijo de tres años en la bañera.
Pues bien, su nombre aparece publicado en la página 19 del Boletín Oficial de Burgos del 20 de diciembre, en la página 19, en un listado de vecinos a los que el Ayuntamiento no ha podido notificar su obligación de acudir para someterse a una inspección de cuentas. Obvio. Esta mujer lleva en la cárcel desde que cometió los dos crímenes, así que se antoja imposible su localización en el domicilio familiar, situado en la calle Legión Española, cuya titular era su madre.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial condenaba a la mujer, de 28 años de edad, a 31 años de cárcel y a indemnizar a su otro hijo con 17.472 euros y al padre del niño muerto con 69.891 euros por daños morales.
Los hechos se produjeron el 2 de agosto de 2009, aunque la detención no se produjo hasta cuatro días más tarde. A las 13 horas madre e hija discutieron porque la primera no quería dar un dinero a la segunda. Se insultaron y agredieron. Teresa cayó al suelo y su hija se colocó encima, la cogió por el cuello y la estranguló.
Tras llevar a su hijo mayor a la casa de su padre, en volvió a su domicilio. Lo despertó, lo metió en la bañera y lo sumergió hasta causarle la muerte.
Después, cogió el coche condujo hasta Villanueva del Río Ubierna y en una vaguada bajo unos árboles abandonó el cuerpo de la anciana. Al hijo lo arrojó en un barranco cerca de la carretera de